Raiders sigue en su eterna búsqueda de la mística que Al Davis forjó 

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LAS VEGAS RAIDERS

La American Football League se integró formalmente el 14 de agosto de 1959, sin embargo, los Oakland Raiders se convirtieron en el 8o equipo miembro de la nueva liga hasta finales de enero de 1960, cuando fueron seleccionados como remplazo para la franquicia de Minnesota, la cual prefirió irse a la NFL.
Un bloque importante inicial fue la falta de un estadio adecuado en Oakland. Fue hasta 1966 cuando abrió el Oakland Coliseum con capacidad para 54,616 espectadores. Durante ese tiempo, los Raiders tuvieron que jugar en Kezar Stadium y Candlestick Park cruzando la bahía de San Francisco, así como en un estadio temporal, Frank Youell Field, en Oakland.
La marca de ganados y perdidos de los de plata y negro durante sus 3 primeros años fue miserable con 9-33, mientras que el promedio de asistencia al estadio era por debajo de los 11,000 aficionados.
Fue en 1963 cuando los Raiders contrataron al entrenador asistente de San Diego Chargers, Al Davis, para ser su nuevo head coach y el destino de esta franquicia cambió dramáticamente y rápido.
De tener marca de 1-13 en 1962, Oakland mejoró a 10-4 en 1963 siendo Davis nombrado el Coach del Año en la AFL.
Desde ese momento, la misión y el destino de Raiders ha sido la responsabilidad exclusiva de Davis, quien dejó brevemente al equipo en 1966 para ser el Comisionado de la AFL.
Después de la fusión de las ligas, Davis regresó como socio mayoritario de los Raiders e inmediatamente transformó la franquicia de Oakland en una de las organizaciones premier del fútbol americano profesional.
Comenzando en 1965, los Raiders tuvieron marca ganadora en 19 de los siguientes 20 años, y en ese mismo periodo, ganaron 12 campeonatos divisionales, el campeonato de la AFL en 1967, 3 títulos de la AFC (Conferencia Americana) en 1976, 1980 y 1983 que se convirtieron en 3 campeonatos de Super Bowl, el XI, el XV y el XVIII.
Los Raiders es el único equipo, de la NFL o de la AFL, que fue protagonista del Super Bowl en las décadas de los años 60s, de los 70s y de los 80s.
En el periodo de 30 años, desde que Davis tomó el control en 1963 y hasta 1992, la marca ganadora de los Raiders de .661 de porcentaje de victorias, con 285 juegos ganados, 146 derrotas y 11 empates, es la mejor de cualquier equipo deportivo en Estados Unidos, incluyendo la MLB (béisbol), NBA (básquetbol) y NHL (hockey sobre hielo).
Davis se caracterizó por ser también un gran hombre de negocios y publicista al destacar frases como slogan de guerra de su franquicia, tales como “Commitment to Excellence” (Compromiso a la Excelencia) y “Just Win Baby” (Tan sólo gana chico).
El éxito sin precedentes de los Raiders se puede atribuir a jugadores individuales destacados, así como entrenadores, quienes vistieron los colores plata y negro con mucho orgullo.
Además del propio Davis, un total de 13 jugadores han sido elegidos para ingresar al Salón de la Fama del Fútbol Americano Profesional, y son: Jim Otto, George Blanda, Willie Brown, Gene Upshaw, Art Shell, Fred Biletnikoff, Ted Hendricks, Mike Haynes, Howie Long, Dave Casper, Marcus Allen, Ray Guy y Ken Stabler, además del coach John Madden. Y fácilmente pudiera esta otra docena de exintegrantes de los Raiders en el “Recinto de los Inmortales”, pero se ha hablado de una conspiración entre el Comité de Selección porque este equipo se caracterizó en los años 70s y 80s por ser muy rudo, al grado que se le bautizó como “Los Malosos”.
Son 5 los head coaches de Raiders quienes han sido nombrados Coach del Año, ya sea de la AFL o de la NFL, y son: Davis, John Rauch, Madden, Tom Flores y Art Shell.
Los Raiders han sido históricamente un equipo que ha generado noticias impactantes en la NFL por ser el gran “antagonista” del “sistema”.
En 1982, dejaron el Oakland Coliseum para mudarse al sur de California y jugar en el más espacioso Los Angeles Memorial Coliseum, y todo para que después de 12 temporadas se regresaran al anticuado Coliseo en la menos reconocida ciudad de Oakland.
Los Raiders eran violentos y rudos en los años 80s con Jack “The Assasin” Tatum, Ted “Mad Stork” Hendricks, John Matszak, Lester Hayes, Ken Stabler, Fred Biletnikoff, Mark Van Eghen, Cliff Branch y Dave Casper, y todos siendo dirigidos por “La Ballena” Madden, quien siempre gustó de tener un equipo rudo.
Pero al iniciar los años 80s, la imagen comenzó a pulirse en un equipo de grandes figuras como el veterano quarterback Jim Plunkett, otro jugador con mucha experiencia como el cornerback Mark Haynes y Oakland se convirtió en el primer equipo en la historia en ser campeón de la NFL después de calificar como equipo comodín a la postemporada, y consagró con un triunfo dominante 27-10 en el Super Bowl XV sobre Philadelphia Eagles, en el considerado previamente por todos los “expertos” de la liga como acabado, Jim Plunkett, siendo nombrado el MVP del partido tras lanzar 3 touchdowns, incluyendo uno de 80 yardas a Kenny King (récord de Super Bowl en su momento) y 2 más a Branch.
Davis y compañía tuvieron un par de drafts excepcionales en 1981 y en 1982, arrojando 2 futuros miembros del Salón de la Fama como Howie Long y Marcus Allen respectivamente.
Para 1983, los Raiders tenían una constelación en casi cada posición, con Rod Martin, Greg Townsend, Sean Jones, Matt Millen, el propio Long, Lyle Alzado, Hayes y Haynes, en la defensiva, y con Plunkett como líder de la ofensiva y Allen produciendo, lograron la victoria más amplia, hasta ese momento, en Super Bowl, cuando aplastaron 38-9 a Washington Redskins en la edición XVIII del “Juego Grande de la NFL”.
Allen fue el MVP y dejó una imagen para la posteridad en un acarreo de 74 yardas, que buscó originalmente por el lado izquierdo de la ofensiva, se regresó y encontró un hueco enorme y con su aceleración sepultó a los Pieles Rojas, que habían llegado como favoritos para ganar ese encuentro.
El éxito de la franquicia comenzó a disminuir paulatinamente desde mitad de los años 80s y el propio Davis se vio involucrado en pleitos personales al tomar decisiones viscerales, como despedir a su entrenador Mike Shanahan después de una temporada de 8-8 y luego comenzar un problema con uno de los Raiders más icónicos en la historia de la franquicia, Allen.
Si bien, Davis acertó con el reclutamiento de Bo Jackson, su gusto y las risas duraron muy poco tras una lesión de cadera del fenomenal corredor que terminó con la carrera de uno de los jugadores más atléticos y explosivos que se han visto en la historia de la NFL.
Al poco tiempo, Allen fue puesto en libertad y en los años 90s el Estilo Raider despareció.
Davis contrató a Jon Gruden, un entrenador en jefe muy distinto a su filosofía ofensiva de mandar pases largos agresivamente, y después de un tiempo también comenzaron a darse las diferencias que, después de algunas apariciones en playoffs, terminaron en un trade del head coach a Tampa Bay Buccaneers.
El destino no le sonreiría a Davis y a los Raiders en esta ocasión, ya que un año después, en el Super Bowl XXXVII, “Chucky” Gruden y sus Bucaneros apalearon 48-21 a Oakland, siendo realmente el último chispazo de grandeza que vio Davis.
Los Raiders tuvieron después 7 temporadas perdedoras y después de una de 8-8, y así llegaría el año 2011 cuando Al Davis falleció y el equipo fue heredado a su hijo Mark.
Desde entonces, la campaña 2011 terminó 8-8, pero 5 de las 7 temporadas de los Raiders han sido con marca perdedora, teniendo a 4 entrenadores al frente y sin poder encontrar nuevamente el estilo perdido tiempo atrás.
Los Raiders dejarán la ciudad de Oakland al concluir la temporada 2019, y aunque no tienen casa para el 2020, se instalarán en un maravilloso estadio en Las Vegas, Nevada en el 2021.
De igual forma, Mark Davis hizo una firma de impacto en 2018, al traer de vuelta a Gruden para dirigir esta franquicia, y le dio un contrato sin precedentes por 10 años y 100 millones de dólares.
El futuro de la franquicia como Las Vegas Raiders está garantizado, pero se desconoce si Mark Davis se contempla a sí mismo en ese plan. Sin embargo, la imagen de este tradicional equipo parece encontrar nuevos bríos y motivación.
Los Raiders, para bien o para mal, siempre tendrán el sello muy característico de Al Davis y habrá que ver si los nuevos tiempos representarán nuevos campeonatos.

CONTINUARÁ …