La franquicia más joven de la NFL ha tenido sus buenos momentos y sigue creciendo 

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HOUSTON TEXANS

Cuando todo el mundo de la NFL hablaba de Los Angeles, de manera silenciosa apareció Houston. A pesar de varios esfuerzos y grupos de empresarios en California por regresar el fútbol americano profesional a Los Angeles, en 2002, tan sólo 5 años después del último juego oficial de la NFL en Houston, se presentaron los Texans.
Al igual que toda base de aficionados local a un equipo profesional, los houstonians se quedaron con el corazón roto cuando Bud Adams se llevó a los tradicionales Houston Oilers a Tennessee en 1997.
Entonces apareció la figura de Bob McNair, un empresario de la industria energética de Texas, dispuesto a que los “fans” en Houston se olvidaran pronto de los Petroleros y a que los “fans” en Los Angeles siguieran anhelando por tener nuevamente NFL en dicha ciudad.
McNair tenía en su mente ser dueño de una franquicia de fútbol americano desde 1997, y después de ser rechazado por la National Hockey League, enfocó todos sus esfuerzos en llevar de vuelta un equipo de expansión a Houston.
En unos cuantos meses, el trabajo de McNair comenzó a dar resultados. El Comisionado de la NFL, Paul Tagliabue, se expresó muy bien de sus planes en la reunión de dueños en octubre de 1997.
En junio de 1998, la Comisión de Estadios de la NFL visitó Houston para ver los planes de un estadio con techo retráctil, en aquel entonces había un par en el mundo, ninguno de fútbol americano en Estados Unidos.
Los dueños de los equipos de la NFL desesperados de la situación en Los Angeles, votaron 29-2 para darle 6 meses a la ciudad californiana para trabajar un plan de propiedad razonable con todo y la circunstancia de un nuevo estadio. Si la ciudad no podía lograrlo, entonces la NFL elegiría a Houston como su franquicia 32.
Cuando L.A. parecía no poder cumplir el plazo impuesto por los dueños en 1999, McNair encontró la motivación para hacer realidad sus sueños y planes. En septiembre de ese mismo año, le dijeron a McNair que se preparara para la reunión de dueños en Atlanta.
Así fue como el 6 de octubre de 1999, los dueños eligieron de forma unánime, 29-0, darle los derechos de la franquicia nueva en Houston a McNair por una cifra récord en aquel entonces de 700 millones de dólares.
El 19 de enero de 2000, McNair comenzó a integrar su equipo de trabajo y de inmediato contrató a Charley Casserly como Vicepresidente Ejecutivo/Gerente General. Casserly estuvo 10 de sus 23 temporadas con Washington como gerente general durante el periodo que Redskins ganó 3 títulos de Super Bowl.
Lo siguiente era encontrar una identidad. El 2 de marzo, después de meses de investigación y sesiones, la franquicia de Houston acortó la lista de nombres para el equipo a 5: Apollos, Bobcats, Stallions, Texans y Wildcatters. Al siguiente mes se redujo a 3: Apollos, Stallions y Texans. Finalmente, el 6 de septiembre la franquicia obtuvo su nombre oficial de Houston Texans. McNair, acompañado del Comisionado Tagliabue, encabezaron los festejos de presentación del nombre, colores y el logo en la ciudad de Houston.
Se siguieron colocando piezas en el rompecabezas cuando los Texans firmaron a Dom Capers para ser el primer head coach en la historia de la franquicia el 21 de enero de 2001. Estar en un equipo de expansión no era nada nuevo para Capers, ya que había sido el primer entrenador de Carolina Panthers desde 1995 y en sus primeras 4 temporadas de existencia.
La historia de Houston Texans arranca con la realineación geográfica de la NFL con 4 divisiones por conferencia, después de las 3 que se habían tenido desde 1970. Se acomodaron equipos como Atlanta y New Orleans a una División Sur de la NFC, junto con Tampa Bay y Carolina. Seattle cambió de la AFC a la NFC Oeste mientras que Arizona dejó el Este para llegar al Oeste de la Nacional. Houston quedó ubicado en la División Sur de la Americana junto con Jacksonville y Tennessee que dejaban la Central e Indianapolis que salía del Este de la AFC.
Los Texanos no perdieron tiempo en el campo de juego y desde su primer partido oficial, un Domingo por la Noche en el espectacular Reliant Stadium, junto al Astrodome que había sido casa de los Oilers durante mucho tiempo, Houston venció 19-10 a Dallas, siendo la primera ocasión que un equipo de expansión ganaba su juego inaugural desde que Minnesota derrotó a Chicago en 1961.
Además de Capers, lo primero que tenía que buscar una franquicia era su líder dentro del campo de juego, y por dicha razón, Houston se llevó con la 1ª selección global del NFL Draft 2002 al quarterback David Carr, quien tuvo momentos buenos, pero nunca pudo despuntar en su carrera profesional en la NFL.
Tampoco corrió con muy buena suerte Capers con los Texanos, cargando con una marca perdedora muy mala de 18-46.
El siguiente coach contratado fue Gary Kubiak, un exquarterback de la NFL que había estado mucho tiempo como asistente ofensivo de Denver. De inmediato, el momentum cambió en Houston.
Tuvieron que pasar 5 temporadas completas desde la fundación de la franquicia, para que Houston alcanzara la marca de .500 en una temporada, la segunda de Kubiak al frente, repitiendo el registro de 8-8 en 2008. En la campaña siguiente, los Texans lograron su primera marca ganadora con registro de 9-7, pero se quedaron cortos de calificar a la postemporada.
En 2011, Kubiak y sus muchachos le dieron el primer campeonato de la División Sur de la Conferencia Americana a los Texanos, repitiendo la hazaña en 2012. No sólo eso, sino que en ambas ocasiones lograron sendas victorias sobre Cincinnati en la primera ronda de los playoffs para ir a perder en el juego divisional ante Baltimore y New England respectivamente.
El talento de ese equipo era una constante. El novato ala defensiva/linebacker, J.J. Watt, lucía desde ese momento como un verdadero superestrella. El corredor Arian Foster era el pilar de la ofensiva. Andre Johnson y Jacoby Jones atrapan los pases de Matt Schaub, mientras que en la defensiva estaban figuras como Brian Cushing y Demeco Ryans.
Kubiak comenzó a tener problemas de salud, al grado de sufrir un infarto durante un partido en horario estelar en Reliant Stadium en 2012. Con menos fuerza que en los años previos, Kubiak no tuvo una buena campaña 2013 y fue despedido, siendo el coordinador defensivo Wade Phillips el interino durante los últimos 3 encuentros.
Curioso que Phillips, quien inició su carrera en Houston como asistente de su padre Bum Phillips con los Oilers a finales de los años 70, fuera el responsable, aunque fuera por pocos partidos de la nueva franquicia de Texanos.
A pesar de que Phillips pudo haber sido el siguiente head coach oficial, McNair y los Texans contrataron a Bill O´Brien, del árbol de entrenadores de Bill Belichick, para dirigir los destinos de la franquicia.
Durante sus primeras 5 temporadas, O´Brien logró 3 campeonatos divisionales y sólo se perdió los playoffs en una ocasión, la campaña 2017, que para ser justos se vio plagada de lesiones de sus estrellas y un golpe muy fuerte a la sociedad de Houston cuando el Huracán Harvey. Watt logró recaudar más de 41.6 millones de dólares por su propia cuenta en apoyo a la ciudad.
Los Texans reclutaron al receptor DeAndre Hopkins en el NFL Draft 2013 con su selección de 1ª ronda, 27ª global, y al quarterback Deshaun Watson en el NFL Draft 2017 con su selección de 1ª ronda, 12ª global.
En 2017, cuando Watson en su temporada de novato estaba maravillando a propios y a extraños, sufrió una lesión de rodilla, que se rompió el ACL (Ligamento Anterior Cruzado) en una jugada sin contacto. También caerían en la lista de lesionados Watt y Whitney Mercilus, lo cual provocó un desequilibrio en el equipo terminando con marca de 4-12.
Pero el regreso en 2018 fue excepcional, tras un comienzo de 0-3, Houston ganó sus siguientes 9 partidos y terminó con marca de 11-5, llevándose el cetro divisional nuevamente, ya que, con sus estrellas totalmente sanas, aunque no pudieron pasar la primera ronda de playoffs al caer ante los Colts.

CONTINUARÁ …